Te espero baldeando el romanticismo,
con la cantidad de anagramas posibles resueltos arriba de la mesa,
la casa templada de olor a naranja,
y los ojos dispuestos a sostener una mirada.
te espero matizando el pasado que encontré
entre papeles esta mañana buscando decir
algo de que los girasoles se marearon.
Así te espero,
practicando letra cursiva,
convertida en tortuga de agua
gastando poesía.
arbolina a veces tus palabras me hacen poner la piel de gallina
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